27 nov 2006

Cal y Arena

Este último ha sido un fin de semana duro, raro y frenético. Y eso, a parte de las circunstancias personales propias, que no voy a detallar, pero que en estos momentos son muy difíciles y me obligan a capear el temporal de las emociones encontradas, sacando fuerzas de donde no las hay, a la espera de tiempos mejores. El viernes iniciábamos la aventura de las sesiones setenteras en la sala Mono de El Prat, con la visita de los Magic Christians, que se merecieron un mejor sonido del que tuvieron, y aún así, buena gente y buenos músicos, sacaron adelante el bolo de manera eficaz y profesional. Después, en un mano a mano con Fosi Calinotxo, estuvimos pinchando funk hasta las mil. Pero siempre tiene que aparecer algún lerdo descerebrado que joda todo. Esa especie a extiguir de "nengs" rapados, con la cabeza vacía por fuera y por dentro a los que, además se les da una responsabilidad para la que no valen (personalmente creo que no valen para nada, si acaso para votar cada cuatro años sin ningún criterio ni reflexión o para imitar a sus ídolos televisivos, esos que escupen basura desde Gran Hermano y engendros similares -menuda generación de adultos para la próxima década-). Pues sí: tarados como estos son los que están en las puertas de muchos locales de ocio, con la escopeta cargada, listos para insultar a los clientes, provocar malos rollos y dejar ir sus tendencias violentas a la primera de cambio. Justo lo contrario de la tarea que tienen encomendada. Y un sub-humano de este calibre era el que estaba ahí para jodernos la noche. Como responsable de la organización del concierto pido disculpas a toda la peña agraviada ese día. Y asumo que por una cosa así la sala haya perdido 30 ó 40 clientes para mucho tiempo. Pelearé para que haya de una puta vez gente civilizada haciendo bien su trabajo, pero no puedo garantizar nada porque la decisión no es mía. La única potestad que tengo en este asunto es la de decidir no involucrarme en la promoción de conciertos en esa sala, y es algo que ya estoy meditando si no se producen cambios evidentes en breve muy breve. Y, ojo: nada que objetar con el resto de trabajadores de la sala. Y ahí acabó el viernes, a las 6 de la mañana discutiendo por algo que no debía haber pasado. Y el sábado, a otra cosa: Bitxe volvía a sacar a pasear sus "cançons de fusta", esta vez emulando a un tal Bob, que en su momento tocó para un tal Juan Pablo, capitán general de cierta iglesia, aunque en su modestia, prefirió bajar el escalafón y actuar para un soldado raso. La cita fue en la iglesia de Sant Felip Neri, muy en família, y al calor de un equipo de voces valvulero que siempre nos sorprende gratamente. Muy buen sonido y la arriesgada experiencia de incluír un ceremín ( ¿se escribe así? ), en las manos de Cristian Calinotxo. Y recitando un poema precioso y sentido que me emocionó... ¡Gracias Bitxe!. La noche se alargó en el coqueto local cercano a la iglesia, propiedad de la Associcació "Art Folla", con un grato intercambio de humo, cerveza y risas. Y llegó el domingo, que traería una buena sorpresa: La Jam de la Capsa me reencontró con viejos amigos que nos visitaron, compartieron escenario y que espero que repitan: Germán y Alberto, guitarras de Ron Vudú, y Naza. Espero seguir viéndoos algún domingo. Y, lo mejor: el Lichis, de La Cabra Mecánica también quiso compartir acordes y nos alegró la noche cantando y tocando el bajo y la batería. Incluso nos marcamos unos compases del "Rock And Roll Ain't Not Pollution" de los AC/DC pero por rumbas, manda huevos. Un lujo y un honor su visita ( y la de Pepo y el resto que dieron lustre a la Jam, demostrando que saben, y mucho, de esto de la música). Una Jam muy bonita, la de anoche. Y hoy recibo la noticia buena del lunes: Bitxe va a grabar su disco, con todas las condiciones necesarias, las colaboraciones de teclas, cello y la magia de Robert Gómez y su guitarra en algunos temas. Antes de acabar el año estará grabado y por fín podremos vender cd's en los conciertos, cosa que me hace mucha ilusión, ya ves tú que tontería. Y por hoy ya es suficiente. Portaos bien.

20 nov 2006

Rock & Friends


Hoy es 20 de Noviembre. Es una fecha muy señalada, pero prefiero pensar que esto es así porque en tal día, en el año 38 del siglo pasado mataron a Durruti, un tipo que de haber nacido más fotogénico posiblemente estaría en las tiendas de camisetas estampadas, junto a las del Che y/o Bob Marley. El tiempo y la historia se inventan o dulcifican el pasado, pero todo me hace pensar que Buenaventura Durruti fue alguien que luchó por algo bueno, defendiendo la República de la agresión de esos otros que como creen estar en posesión de la verdad absoluta no dudan en imponerla contra la voluntad de la mayoría, a tiros si es necesario (entonces) o con mentiras incendiarias desde púlpitos, emisoras o mítines (ahora... siempre). El caso es que no pensaba hablar de esto, pero dicho está.
Este fin de semana compartimos grandes ( y buenas ) sensaciones junto a los CALINOTXO DREAM, esa banda imposible que a veces lo hace posible. La cita era en Sabiñánigo ( Huesca ), y el punto de reunión se llamaba CORLEONE, una sala muy bien montada que programa directos regularmente asumiendo el riesgo que eso conlleva. El maestro de ceremonias fue el gran Coronel David Munné, pratense infiltrado entre maños, que alojó, alimentó y agasajó a los 25 incondicionales que nos desplazamos desde BCN. No os voy a hablar del bolo, ni de los Gin-Tonics magistrales del Corleone, ni del churrasco ni del Somontano sublime. Sólo quiero hacer mención del gusto que representa poder compartir todo eso con los amigos. Y luego el pedazo de bolo que se marcaron mis impresentables imprescindibles. Y como guinda del pastel, quiero remarcar que al día siguiente, sábado, pasaron por allí los incombustibles BARRICADA, cerrando la gira de su último disco. Ese tipo de rock urbano no es el estilo que más me emocione, pero me tengo que quitar el sombrero ante esta gente: salen, tocan, se entregan y disfrutan como el primer día, sin cuentos ni eslóganes manidos y precocinados de otras bandas menores, más jóvenes e inexpertas pero tan cargadas de tics de cartón piedra y vacíos de sustancia ( y no diré nombres, no sea que me tenga que dar a la fuga antes de tiempo, ya que me da pereza pensar más de la cuenta, y tanto gasto de neuronas me marea ). Eso era lo que os quería contar hoy, otro día pues será otra cosa, ¿no es un blog, esto?, pues eso. Besitos.

14 nov 2006

El peso de la ley

Me ha llegado la resolución de la autoridad "competente" respecto al episodio vivido la pasada edición del festival, con visita nocturna de los Mossos. Os refresco la memoria: mientras estaban sobre el escenario los COLLECTION, el viernes del festival allá por las 00:02 de la madrugada, recibimos la visita de una pareja de Mossos que empezaron a pedir permisos de todo lo que se les ocurría. Amantes de la literatura, redactaron una denuncia de más de tres páginas... Finalmente, la multa asciende a 595 Euros, que serán satisfechos puntualmente, y con esto quedará zanjada la accidentada sexta edición del festival y su aventurado traslado a Les Llosses. Y ahora sí, quiero explicaros que en la fiesta que se celebró en la Capsa el pasado Septiembre, los organizadores me entregaron todo el importe de las entradas, que ascendía a 1200 Euros. Ese dinero servirá ahora para pagar la multa y las camisetas, y así cerraremos definitivamente el episodio de las sexta edición. Gracias infinitas a tod@os l@s que os ofrecisteis para colaborar cuando se supo lo de la denuncia. Gracias a mis hermanos de El Prat, que montaron la Rock'n'Festa a mis espaldas para recaudar fondos, gracias a la peña que asistió y pagó y a la que pagó y no asistió. Ahora ya empezamos a conspirar para hacer posible una nueva edición, aprendiendo de los errores cometidos, con la idea de poder ofreceros (ofrecernos) un festival digno de sus siete años de vida. Esperamos poder empezar a daros pistas de la nueva ubicación, del cartel previsto, de las novedades, etc, en breve.

10 nov 2006

Cada vez más solos: El Último Tren cierra.

Saludos, iniciamos la aventura bloger con una mala noticia que nos ha sorprendido a casi tod@s: El Último Tren cerrará sus puertas a final de año. A parte de no poder evitar revivir los buenos momentos pasados entre esas paredes que huelen a música en directo, donde hemos conocido nuevos amigos, donde hemos compartido escenario y barra, y que hemos tenido como uno de esos lugares de referencia que siempre iban a estar ahí, la reflexión que yo me hago es más dolorosa, pero no hace más que confirmar una tendencia: la música en directo, en pequeño formato, es una cosa del pasado, de la misma manera que muchos de nosotros, que empezamos a ser una cosa del más allá...
En los últimos 7 años, desde que nacieron las Jornadas y he ocupado mi tiempo libre y no tan libre a estos menesteres de la música, he visto desaparecer decenas de salas dedicadas al directo, algunas físicamente, otras porque han dejado de programar. Esto, siendo preocupante, no deja de ser normal, ya que el nogocio es así, y si no funciona es lógico que se busquen nuevas vías o nuevas orientaciones. Pero personalmente tengo una idea básica en lo que yo entiendo que debe ser una sala que programe cultura en directo: que sus gestores amen aquello que hacen, más allá del negocio, que cuiden a su público y a sus músicos, que se involucren y lo vivan como lo vivimos los clientes, y que además saquen beneficio de ello. Y se me ocurren tres ó cuatro nombres ( seguro que hay más, pero estos son muy representativos): LA TRAVIESA, en Tarragona, con J. al frente y 27 años de ilusión, el MARISCAL en Girona, con el gran Llorenç y otros tantos años de trayectoria, y EL ÚLTIMO TREN, en Cerdanyola, con Ángel y Susana al frente durante estos últimos 15 años. También merece mención LA REPÚBLICA, de L'Hospitalet, con Eduard y J.Antonio dándole vida y aliento y programando 4 días a la semana...
No sé si estáis de acuerdo conmigo, pero, con sus carencias e inconvenientes, estas cuatro salas representan lo que a mí me hace disfrutar de la música, de tocar o ver tocar: cercanía con el público, cercanía con los músicos, cercanía con la barra, precios MUY razonables, programación continua y variada, e ilusión contagiosa. Las cuatro han colaborado desde el primer momento con las JORNADAS SETENTERAS, poniendo todo de su parte para aportar su granito de arena, y desde el festival y la web hemos tratado de que esa colaboración fuera mútua. Para mí resulta emocionante que esos nombres que tarde o temprano pasarán a formar parte de la leyenda romántica del rock en nuestras vidas se mostraran en su momento tan receptivos para compartir la ilusión de nuestro modesto y defectuoso festival.
Abrazos y besos para Ángel, Susana, Angelito, Jordi, Alex y tod@s los que lo habéis hecho posible y lo habéis mantenido en pie durante QUINCE años. Eso, amigos, no es cualquier cosa. En estos dos meses que nos quedan de camino vamos a intentar llenarlo cada noche con aplausos y risas, para que su eco retumbe durante mucho tiempo, aunque sea como sea, El Último Tren ya existe para siempre.