Cal y Arena
Este último ha sido un fin de semana duro, raro y frenético. Y eso, a parte de las circunstancias personales propias, que no voy a detallar, pero que en estos momentos son muy difíciles y me obligan a capear el temporal de las emociones encontradas, sacando fuerzas de donde no las hay, a la espera de tiempos mejores. El viernes iniciábamos la aventura de las sesiones setenteras en la sala Mono de El Prat, con la visita de los Magic Christians, que se merecieron un mejor sonido del que tuvieron, y aún así, buena gente y buenos músicos, sacaron adelante el bolo de manera eficaz y profesional. Después, en un mano a mano con Fosi Calinotxo, estuvimos pinchando funk hasta las mil. Pero siempre tiene que aparecer algún lerdo descerebrado que joda todo. Esa especie a extiguir de "nengs" rapados, con la cabeza vacía por fuera y por dentro a los que, además se les da una responsabilidad para la que no valen (personalmente creo que no valen para nada, si acaso para votar cada cuatro años sin ningún criterio ni reflexión o para imitar a sus ídolos televisivos, esos que escupen basura desde Gran Hermano y engendros similares -menuda generación de adultos para la próxima década-). Pues sí: tarados como estos son los que están en las puertas de muchos locales de ocio, con la escopeta cargada, listos para insultar a los clientes, provocar malos rollos y dejar ir sus tendencias violentas a la primera de cambio. Justo lo contrario de la tarea que tienen encomendada. Y un sub-humano de este calibre era el que estaba ahí para jodernos la noche. Como responsable de la organización del concierto pido disculpas a toda la peña agraviada ese día. Y asumo que por una cosa así la sala haya perdido 30 ó 40 clientes para mucho tiempo. Pelearé para que haya de una puta vez gente civilizada haciendo bien su trabajo, pero no puedo garantizar nada porque la decisión no es mía. La única potestad que tengo en este asunto es la de decidir no involucrarme en la promoción de conciertos en esa sala, y es algo que ya estoy meditando si no se producen cambios evidentes en breve muy breve. Y, ojo: nada que objetar con el resto de trabajadores de la sala. Y ahí acabó el viernes, a las 6 de la mañana discutiendo por algo que no debía haber pasado. Y el sábado, a otra cosa: Bitxe volvía a sacar a pasear sus "cançons de fusta", esta vez emulando a un tal Bob, que en su momento tocó para un tal Juan Pablo, capitán general de cierta iglesia, aunque en su modestia, prefirió bajar el escalafón y actuar para un soldado raso. La cita fue en la iglesia de Sant Felip Neri, muy en família, y al calor de un equipo de voces valvulero que siempre nos sorprende gratamente. Muy buen sonido y la arriesgada experiencia de incluír un ceremín ( ¿se escribe así? ), en las manos de Cristian Calinotxo. Y recitando un poema precioso y sentido que me emocionó... ¡Gracias Bitxe!. La noche se alargó en el coqueto local cercano a la iglesia, propiedad de la Associcació "Art Folla", con un grato intercambio de humo, cerveza y risas. Y llegó el domingo, que traería una buena sorpresa: La Jam de la Capsa me reencontró con viejos amigos que nos visitaron, compartieron escenario y que espero que repitan: Germán y Alberto, guitarras de Ron Vudú, y Naza. Espero seguir viéndoos algún domingo. Y, lo mejor: el Lichis, de La Cabra Mecánica también quiso compartir acordes y nos alegró la noche cantando y tocando el bajo y la batería. Incluso nos marcamos unos compases del "Rock And Roll Ain't Not Pollution" de los AC/DC pero por rumbas, manda huevos. Un lujo y un honor su visita ( y la de Pepo y el resto que dieron lustre a la Jam, demostrando que saben, y mucho, de esto de la música). Una Jam muy bonita, la de anoche. Y hoy recibo la noticia buena del lunes: Bitxe va a grabar su disco, con todas las condiciones necesarias, las colaboraciones de teclas, cello y la magia de Robert Gómez y su guitarra en algunos temas. Antes de acabar el año estará grabado y por fín podremos vender cd's en los conciertos, cosa que me hace mucha ilusión, ya ves tú que tontería. Y por hoy ya es suficiente. Portaos bien.